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Todo comenzó cuando el cabo Emilio Rojas, carabinero de Santiago, ganó un Netbook en la rifa de su junta de vecinos. Desde ese momento se le notaba extraño. Una vez nos dijo: “Yo sé dónde está el pentágono, quédate piola sipo, no vaya a ser que me vengan a buscar los Men in black”. Luego me pasó un papel que decía: “He descubierto un aparato maravilloso, lo ocuparé para hacer el bien”. En ese momento comenzamos a sospechar. Lo tuvimos que vigilar por orden de mi comandante y descubrimos que ya no salía a hacer sus rondas. Cuando mi capitán lo encaró, él le respondió ”Mi capitán, eso era para la gente normal, yo soy upgrade“.